13 diciembre 2009

CAMBIO CLIMÁTICO: Encuentro popular pide más espiritualidad




Por Enrique Gili

COPENHAGUE, 9 dic (IPS/TerraViva) - Una base militar en desuso fue el escenario del encuentro convocado a la par de la conferencia de la ONU sobre cambio climático, caracterizado por una variopinta presencia de hippies, motociclistas, librepensadores e indígenas de distintas partes del mundo.

La comunidad Pueblo Libre de Christiania, ubicada en el viejo centro militar, se autoproclamó autónoma y, para muchos, también es la más indómita. Allí reina el espíritu de los años 60 y hasta la policía anda con cuidado por temor a desatar las batallas callejeras que periódicamente desestabilizan la zona.

En la base de unas 35 hectáreas se reúnen radicales y activistas que llegaron a Copenhague para participar en la Climate Bottom, convocada al margen de la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 15), que comenzó el lunes y terminará el 18 de este mes en esta misma capital.

Representantes y delegados de países procuran en el Bella Centre, bien custodiado por correctos pero firmes policías, fijar objetivos más drásticos en materia de reducción de emisiones de gases invernadero, causantes del recalentamiento planetario, para las naciones en desarrollo y otros más para los no signatarios del Protocolo de Kyoto, cuyas metas fueron establecidas para 2012.

El Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 y en vigor desde 2005, obliga a los 37 países industriales que lo ratificaron a reducir sus emisiones para 2012 a volúmenes 5,2 por ciento inferiores a los de 1990.

Chirstiania se encuentra a dos cuadras de una estación de tren metropolitano y los grafitis son la primera señal de que se ingresa a espacio temporal distinto.

La conferencia Climate Bottom se realiza en una improvisada carpa de circo en el terreno de una comunidad ecológico.

Los residentes de Christiania sostienen que las consecuencias del cambio climático no son sólo un asunto de poblaciones indígenas en riesgo de ser desalojadas y con el problema de tener que adaptarse y de cambiar su situación.

El aumento de la temperatura promedio del planeta afecta a casi toda la población mundial.

"El gobierno local amenaza a Christiania por nuestro terreno", señaló Doris Kruckenberg, coordinadora del día dedicado a cuestiones de desarrollo Norte-Sur.

La voluntad de cambio se mezclaba en el aire con el dulce aroma de la marihuana que inundaba la carpa. Unos 20 estudiantes de secundaria con rastas y actitud de aburridos escuchaban las presentaciones de los activistas sobre la difícil situación de los países en desarrollo frente a la amenaza del cambio climático.

"Las tormentas tropicales arrasan la región del Caribe con una intensidad sin precedentes", señaló el biólogo y agrónomo Roberto Pérez, de la organización cubana Conservación para la Naturaleza, "lo que agrava el sufrimiento de la ya empobrecida nación insular, atrapada en la trayectoria de los huracanes estacionales".

"El cambio climático es un hecho. Ya lo estamos padeciendo", apuntó, un concepto compartido por muchos de los participantes de la conferencia alternativa en una fría y húmeda tarde.

Algunas zonas del planeta sufren temperaturas cada vez más altas y mayor humedad y otras experimentan sequías sin precedentes. Los glaciares se funden en la cordillera de los Andes, y, en Bangladesh, el mar sumerge tierras cultivables.

En 2050, unas 200 millones de personas no tendrán un hogar fijo a raíz del cambio climático, según la Organización Internacional para las Migraciones.

"Es importante que las personas devastadas por el cambio climático participen de este encuentro", señaló Christian Fris Bach, coordinador de los esfuerzos de alivio alimentario y director de la organización humanitaria danesa DanChurchAid.

No hay unanimidad acerca de qué se necesita y de cómo proceder.

El recalentamiento planetario representa una oportunidad para una nación cubierta de glaciares, señaló Tove Pederson, de la delegación de Groenlandia, rica en recursos minerales.

Ese país tiene grandes depósitos de minerales, que no se podían explotar por los glaciares. Con el deshielo podrán ser aprovechados, lo que supone una fuente de ingresos imprevista para la pequeña población autóctona, que depende de la caza de subsistencia y de los raros turistas que visitan Groenlandia.

"Tenemos que vivir en este mundo. No podemos sentarnos a llorar y quedarnos paralizados por los cambios del clima. Tenemos que lidiar con los desafíos y aprovechar las nuevas oportunidades que aparecen", añadió Pederson.

Los participantes del encuentro paralelo llamaron a incluir cuestiones mucho más espirituales vinculadas a la naturaleza dentro de los parámetros de la COP 15.

El cierre de las sesiones incluyó plegarias y cánticos a la tierra, al mar y al aire, asociados a deidades de varios pueblos del mundo. (FIN/2009)


29 octubre 2009

ACCIÓN INTERPROVINCIAL DE CONCIENCIA SOLIDARIA

Conocela. Sumate.

El Mundo es tu casa. La Naturaleza es tu casa.

(y no como persuade Easy: "Tu casa. Tu mundo")


Para ver el VIDEO:
http://www.youtube.com/watch?v=MHuLPLWCGoc

Nota de Tapa:

El Nuevo Orden Mundial
Destrucción y Endeudamiento del Tercer Mundo en Función de la Minería a Cielo Abierto y otro tipo de Explotaciones.

(continúa en http://www.concienciasolidaria.com.ar)

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"Están edificando un mundo a la altura de los mediocres. Somos estúpidos, y si hay alguien lúcido, finge no darse cuenta de lo que está pasando o prefiere alejar ese pensamiento por molesto. La Europa humanista tal vez reaccione. Pero si no reacciona, estamos perdidos." Arturo Pérez-Reverte.......
"-Por que es tan pesimista? Después de todo los seres humanos vivimos cada vez mas años... -Sí, claro, y cuando le implanten en su cuerpo un montón de genes de ingeniería genética y de otras barbaridades que preparan para seguir generando beneficios incluso, a lo mejor, ni llega usted a morirse: vivirá usted en una granja para siempre, como un pollo mas" J. Zerzan......



Vean ZEITGEIST, vean SURPLUS, EL FUTURO DE LA COMIDA, THE CORPORATION, LA HISTORIA DE LAS COSAS, LA TOMA, ENDGAME, lea NADIE VIO MATRIX, lea a JOHN ZERZAN, Compártalos. SALGA Y AYUDE A SALIR DE LA INCONSCIENCIA PROGRAMADA!

zeitgeist1: http://www.video.google.com/videoplay?docid=8883910961351786332
zeitgeist2: http://video.google.com/videoplay?docid=2141569373929310139
surplus: http://www.dailymotion.com/video/x10vj9_surplus-consumidores-aterrorizados_politics

el futuro de la comida: http://www.tu.tv/videos/el-futuro-de-la-comida-2006-docu

la toma: http://video.google.com/videoplay?docid=-6939956197822128063
endgame: http://video.google.com/videoplay?docid=512501736655242097&hl=es

the corporation: http://vodpod.com/watch/1581301-documental-la-corporacin

john zerzan: www.johnzerzan.com.ar.istemp.com

Dice Gilles Deleuze en El Anti-Edipo (1974): "El problema fundamental de la filosofía política sigue siendo el que Spinoza supo plantear (y que W. Reich redescubrió): "¿Por qué combaten los hombres por su servidumbre como si se tratase de su salvación?"


06 octubre 2009

CAMBIO CLIMÁTICO: Millones más de hambrientos en el futuro



Por Stephen Leahy

UXBRIDGE, Canadá, 2 oct (IPS) - Alimentos exorbitantemente caros y millones más de hambrientos serán parte del oscuro futuro de la humanidad si no se toman acciones concertadas contra el cambio climático y se hacen más inversiones en agricultura, alertaron expertos esta semana.

La devastadora sequía que padece en estos momentos África oriental, donde millones de personas están al borde de la inanición, es un adelanto de nuestro futuro, sugiere un nuevo estudio sobre los impactos del cambio climático. "Veinticinco millones más de niños y niñas estarán desnutridos en 2050 debido a los efectos del cambio climático", como la disminución de los campos de cultivo, la falta de cosechas y los altos precios de los alimentos, concluyó el Instituto para la Investigación de Políticas Alimentarias Internacionales (IFPRI, por sus siglas en inglés). "De todas las actividades económicas humanas, la agricultura es por lejos la más vulnerable al cambio climático", alertó el coautor del informe, Gerald Nelson, economista del IFPRI, grupo con sede en Washington dedicado a temas de pobreza y hambre. Las inundaciones y sequías de las últimas semanas aportan clima de urgencia a la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará del 7 al 18 de diciembre en Copenhague. El objetivo de la reunión en la capital danesa es llegar a un nuevo acuerdo obligatorio de reducción de emisiones contaminantes sucesor del Protocolo de Kyoto, que expirará en 2012. El informe, "Cuantificando los costos de la adaptación agrícola al cambio climático", del IFPRI, asegura ser la "más completa evaluación del impacto" del recalentamiento planetario "en la agricultura hasta la fecha", pero investigadores admiten que no hay forma de cuantificar todas las repercusiones que tendrá la transformación de los patrones climáticos en el suministro de alimentos. Un elemento clave en la agricultura es saber el mejor momento para plantar las semillas. Los productores dependen de su experiencia y de los historiales climáticos para calcularlo. Pero una de las conclusiones recientes más contundentes de la ciencia es que el recalentamiento planetario producirá un significativo aumento de la variabilidad climática. Esto significa que extremos como sequías o inundaciones ocurrirán más a menudo o por más tiempo, y los cambios radicales de temperatura serán más probables. El pasado ya no es una guía confiable para los agricultores porque las condiciones fundamentales de la atmósfera han cambiado por causa del dióxido de carbono y otros "gases invernadero". Nelson dijo a IPS que el informe del IFPRI es una "estimación conservadora" de los potenciales impactos, y no incluye las posibles pestes y enfermedades, la pérdida de tierra cultivable, debido a los crecientes niveles del mar, o de agua, por el derretimiento de los glaciares. El enorme sistema de glaciares conformado por los Himalayas, el macizo montañoso de Hindu Kush y la Meseta Tibetana es la principal fuente de agua para 1.300 millones de personas en Asia. Estudios recientes, como ha informado IPS, revelaron que estos glaciares se reducen más rápido que los existentes en cualquier otra parte del planeta y podrían derretirse por completo para 2035, según la Comisión Internacional sobre Nieve y Hielo en Katmandú, Nepal. "Se ha producido un veloz descenso de los glaciares en la región", dijo a IPS Charles Kennel, del Instituto de Soluciones para Sostenibilidad de la estadounidense Universidad de California San Diego. Una situación similar es ahora evidente en América del Sur, donde los enormes glaciares que han provisto de agua a decenas de millones de personas, si no a cientos de millones, se están derritiendo. Incluso, el estudio del IFPRI no contempla la futura expansión de los biocombustibles y de los cultivos bioenergéticos, que ocuparán algunas tierras que hoy se usan para producir alimentos. Aun sin esas adicionales y considerables presiones sobre la producción alimentaria mundial, el estudio del IFPRI estima que para 2050 los campos de trigo irrigados habrán caído 30 por ciento, y los de arroz 15 por ciento. Es normal esperar un aumento de los precios de los alimentos en un periodo de 40 años, pero con el cambio climático estos se dispararán: los del trigo entre 170 y 194 por ciento, los del arroz entre 113 y 121 por ciento y los del maíz entre 148 y 153 por ciento, según este estudio. Los países en desarrollo serán los más afectados por el cambio climático, y sufrirán una mayor disminución de sus cultivos y de su producción que los del Norte industrializado, según el estudio. Los efectos negativos del cambio climático se ven especialmente pronunciados en África subsahariana y Asia meridional. "La agricultura es extremadamente vulnerable" al recalentamiento planetario "porque depende del clima". Los pequeños productores en los países en desarrollo serán los que sufrirán más", señaló el director de la División de Ambiente y Tecnología de la Producción del IFPRI, Mark Rosegrant, coautor del informe. Sin embargo, gran parte de este escenario puede ser evitado con una acción decidida contra el cambio climático y "7.000 millones de dólares al año de inversiones adicionales en productividad agrícola para ayudar a los granjeros a que se adapten a los efectos", dijo Nelson. Esas inversiones deben ser destinadas a la investigación agrícola, a mejorar la irrigación y a crear infraestructura que facilite el acceso de los agricultores pobres a los mercados, añadió. El financiamiento de la investigación agrícola pública ha caído en la última década y más, según muchos expertos. Actualmente, todo el presupuesto del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (CGIAR, por sus siglas en inglés) es menor a 500 millones de dólares, dijo Nelson. Fundada en 1971, el CGIAR es una alianza global de investigadores, gobiernos y grupos de la sociedad civil que moviliza a científicos en beneficio de los pobres. "En el pasado, si se hacían inversiones en investigación agrícola, directamente tenían como resultado un impulso de la productividad", indicó Nelson. Se necesitan inversiones del gobierno para proveer bienes públicos, como semillas mejoradas, irrigación más eficiente e infraestructura, señaló, y alertó sobre el peligro de buscar soluciones mágicas. La agricultura es específica a cada lugar, y "mucho más complicada que la ciencia de los cohetes", añadió. Nelson es partidario de la agricultura tradicional a pequeña escala, la misma conclusión a la que llegó la Evaluación de Ciencia Agrícola y Tecnología para el Desarrollo, presentada en 2008. "La agricultura tradicional debería ser apoyada, y sus técnicas ampliamente compartidas cuando funciona, no sólo porque es tradicional", sostuvo. Pero la futura seguridad alimentaria depende mucho más que de semillas y campos. Durante 30 años, las naciones agrícolas industrializadas en Europa y América del Norte han inundado con alimentos altamente subsidiados a los países pobres, con efectos devastadores en los sistemas alimentarios locales, dijo Michel Pimbert, director del programa de agricultura y biodiversidad del Instituto para el Ambiente y Desarrollo, con sede en Londres. Esas políticas nacionales e internacionales deben ser transformadas a favor de la "soberanía alimentaria", respetando los diversos, locales y autónomos sistemas alimentarios, dijo Pimbert a IPS. El llamado del IFPRI a una inversión de 7.000 millones de dólares tampoco garantiza que todos los impactos negativos serán superados, reconoció Nelson, pero alertó que si las cosas siguen así habrá "desastrosas consecuencias para la raza humana".


20 septiembre 2009

Para la ONU, casi la mitad de la población mundial está desnutrida




Sep. 16, 2009 - Clarín | Son más de 3.000 millones de personas, de un total de 6.500 millones. Además, mil millones sufren hambre, la cifra más alta de la historia, según el organismo. El problema creció por la crisis financiera y por el alza en el precio de los alimentos.

Mientras los más optimistas ya hablan del "comienzo del fin" de la crisis financiera internacional, la ONU alertó ayer que el hambre aumentó "significativamente" en los últimos dos años: en el mundo ya hay más de 1.000 millones de personas que la padecen, la cifra más alta de la historia, y 3.000 millones de desnutridos, esto es: casi la mitad de la población mundial, de 6.500 millones.

Los datos fueron difundidos casi al mismo tiempo por la directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Josette Sheeran, en Londres, y el relator especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter, en un foro en México.

La directora del PMA cifró la cantidad de hambrientos, es decir, personas que no acceden ni a los requerimientos básicos de alimentación, en 1.020 millones, y alertó que el flujo de ayuda humanitaria está en "un mínimo histórico". Para Sheeran: "Este año tenemos más personas hambrientas que nunca" y remarcó que "muchos se despiertan y no cuentan ni con una taza de comida".

Según la responsable del organismo humanitario de la ONU, esa situación es una "receta para el desastre" y resulta "crítica para la paz, seguridad y estabilidad en muchos lugares del mundo".

La vulnerabilidad de muchas personas, explicó, se ha agravado por "dos tormentas que han coincidido y están golpeando": la crisis financiera internacional y el encarecimiento de los alimentos.

Además, hizo un "llamado urgente" al G-8, -los siete países más industrializados y Rusia-, y al G-20 -los países más ricos y los emergentes-, para que atajen un problema que requiere algo más que "soluciones a largo plazo".

"Con la Asamblea General de Naciones Unidas y la cumbre del G-20 en Pittsburgh (EE.UU.) en el horizonte, los líderes mundiales tienen una oportunidad ideal para poner el hambre en el mapa", remarcó el PMA en un comunicado. Los dos encuentros mundiales serán la semana que viene.

Además, Sheeran avisó que el PMA afronta "un grave déficit presupuestario", pues este año sólo recibió US$ 2.600 millones de un total de US$ 6.700 millones necesarios para dar de comer a 108 millones de personas en 74 países. Sobre el terreno, esa falta de fondos se traduce en el recorte de programas que se desarrollan en distintos países.

La directora del PMA remarcó que, con "menos del 1%" de las inyecciones económicas que han hecho los gobiernos para salvar al sistema financiero global, se podría resolver la calamidad de millones de personas que son víctimas de la hambruna.

Casi en simultáneo, en México, el relator especial de la ONU para temas de Alimentación advirtió que la situación del hambre es "alarmante" y que los Estados deben implementar "programas eficientes" que hagan frente a esta problemática que se agudiza cada vez más con factores como el crecimiento demográfico, la crisis alimentaria y el cambio climático.

Durante su intervención en un foro de diversas ONGs sobre el derecho a la alimentación, De Schutter reconoció que aunque los países menos desarrollados son siempre los más vulnerables ahora "la crisis económica está empeorando más la situación" y extendiendo los afectados. El experto prevé que en los próximos años los países tendrán "menos fondos para desarrollar los programas que necesitan para poder enfrentar el desafío" tanto del hambre como de la malnutrición, y criticó que en muchos países los legisladores hablen del hambre sin concretar iniciativas para solucionarlo.

"Tenemos que movilizarnos contra el hambre y empezar a identificar los sectores vulnerables para que sean atendidos", remarcó.

En tanto, la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), advirtió que en América latina el número de personas que la sufren aumentó de 45 a 53 millones. El representante regional del organismo, el brasileño José Graziano da Silva, señaló que "el alza de los precios de los alimentos y la crisis económica empujaron a millones a una situación de inseguridad alimentaria, y muchos países afectados no tienen los recursos propios para responder".

18 junio 2009

ENCONTREMOS NUESTRAS VOCES PROFÉTICAS




A la busca de una terca
esperanza de vivir
en una cultura muerta


POR ROBERT JENSEN / Counterpunch

Durante muchos años dije que vivimos en una “cultura agonizante,” pero he abandonado esa frase. La cultura dominante en EE.UU. – etnocentrismo híper-nacionalista y un capitalismo corporativo depredador conformado por el patriarcado y la supremacía blanca, materializado dentro de un amplio ataque humano contra el ecosistema planetario – no se muere. Ya está muerta. Por cierto, el gobierno de EE.UU. y las corporaciones basadas en EE.UU. siguen ejerciendo un poder increíble en el interior y en todo el mundo, y podría parecer extraño si me refiriera a una sociedad que puede imponer su voluntad a una parte tan gran del mundo como si fuera una cultura muerta. Enferma, tal vez incluso agonizante, ciertamente en los últimos suspiros del poder imperial - ¿pero muerta? Sí, en el sentido de la ausencia de vida en el alma de la cultura.

En lugar de salvar la cultura dominante, nuestra tarea es no sólo dejar que desaparezca de la escena, sino acelerar esa transición. Jesús reconoció, en su tiempo, que era necesaria una separación radical de lo antiguo. Cuando un discípulo aceptó seguirle pero pidió que primero le permitiera ir a enterrar a su propio padre, Jesús le dijo.” Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.” [Mateo 8:21-22]

Es hora de que dejemos de tratar de revivir nuestra cultura muerta, que dejemos de creer que la nación-Estado y el capitalismo – nacidos en, y todavía infectados por, el patriarcado y la supremacía blanca – puedan ser la base para un futuro justo y sostenible. Es hora de ir a un ámbito más profundo. Incluso con los reveses económicos y militares de los últimos años, muchos en EE.UU. siguen adheridos estrechamente a un triunfalismo engañoso – una creencia en que EE.UU. es la máxima culminación de la promesa humana, una ciudad luminosa sobre el monte, un fanal para el mundo. La fe que necesitamos debe darnos fuerza para admitir que vivimos en una cultura muerta y para expresar esa dura verdad.

Fuera de eso, debe permitirnos, en primer lugar, ser decentes los unos con los otros aunque sepamos que ser despiadado será recompensado. Segundo, debe darnos ánimo para enfrentar sistemas que resistirán intensamente el cambio y que recompensarán a los que se niegan a reconocer la necesidad urgente del cambio. Tercero, nuestra fe debe darnos el poder de mantener esos compromisos personales y políticos sin garantías de que podamos trascender y sobrevivir a esta cultura muerta.

La última prueba de nuestra fuerza es si podemos reconocer no sólo que vivimos en una cultura muerta sino también que puede que no haya modo de escapar. Es verdad que a través de la historia las culturas han muerto, los imperios han caído, las sociedades han sido reemplazadas por contrincantes. El mundo sobrevivió a través de todo eso. Pero hay que considerar la capacidad destructora sin precedentes de las fuerzas armadas de EE.UU., la patología arraigada encastrada en nuestras psiques por el capitalismo, el daño ecológico que ya ha sido hecho, y el daño ulterior que probablemente ocurra durante un colapso – ya no es obvio que para cuando el imperio de EE.UU. colapse, el mundo sobreviva en algo parecido a la forma que conocemos. Y a medida que evoluciona ese futuro tendremos que hacer frente a las falsas ilusiones (tanto de grandeza como de persecución) que el poder y la afluencia tienden a producir en las elites y en el público en general, que debilitarán el pensamiento claro que será tan desesperadamente necesario.

La última prueba de nuestra fuerza es si seremos capaces de perseverar en la busca de sostenibilidad y justicia incluso si tenemos buenas razones para creer que ambos proyectos terminen por fracasar. No podemos saberlo con seguridad, pero ¿podemos vivir con esa posibilidad? ¿Podemos meditar al respecto y a pesar de ellos comprometernos a una acción plena de amor hacia los demás y hacia el mundo no-humano?

Dicho de otra manera: ¿Y si nuestra especie estuviera en un impasse evolutivo? ¿Y si las adaptaciones que produjeron nuestro increíble éxito evolutivo – nuestra capacidad de comprender ciertos aspectos sobre cómo el mundo funciona y de manipular a ese mundo para nuestra ventaja a corto plazo – son precisamente las cualidades mismas que garantizan que nos destruiremos y posiblemente el mundo? ¿Y si lo que nos ha permitido dominar sea lo que al fin nos destruya? ¿Y si la historia de la humanidad fuera una tragedia dramática en el sentido clásico, una historia en la que las semillas de la destrucción del protagonista se encuentran en su interior, y el drama es el desarrollo de la inevitable caída?

Claro que nadie puede saberlo con seguridad. ¿Pero y si? ¿Tenemos la fuerza para ponderarlo? En una cultura de manos-a-la-obra-y-hagámoslo, ¿qué pasaría si lo hiciéramos eternamente y a pesar de ello no lográramos realizar la tarea? La mayoría de la gente diría que demostramos nuestra fuerza cuando encaramos tales tareas con la actitud de que lo podemos hacer. Una demostración de mayor fuerza – tal vez la mayor fuerza que podamos imaginar – es emprender esas tareas con un entendimiento no sólo de que el fracaso es posible, sino de que puede ser probable. Esto va a contrapelo en una cultura que supone que el éxito es inevitable. Pero no hay ningún requerimiento en la teología o la política que diga que una prognosis tiene que ser siempre favorable. Podría haber no sólo males sociales para los que no existe una cura – podría ser que nosotros, humanos, somos sólo suficientemente listos para meternos en problemas en todos los frentes, pero nunca lo suficiente como para salir de ellos. ¿Y si la tragedia de la inteligencia humana fuera que tendemos a crear problemas complejos para los cuales no hay soluciones simples?

Si somos verdaderamente fuertes – y si amamos con toda nuestra fuerza – debemos enfrentar esas preguntas. La fuerza no se muestra mediante la producción de un sentido de esperanza que ignora la realidad sino enfrentando, sin sucumbir ante ella, una situación que podría ser desesperada. No significa que la esperanza no esté a nuestra disposición, sino que tenemos que buscar honestamente lo que Albert Camus llamó una “terca esperanza:”

Mañana el mundo puede estallar en fragmentos. En esa amenaza que cuelga sobre nuestras cabezas hay una lección de verdad. Mientras enfrentamos un futuro semejante, jerarquías, títulos, y honores son reducidos a lo que son en realidad: una bocanada de humo pasajera. Y la única certeza que nos queda es la del sufrimiento desnudo, común a todos, que entremezcla sus raíces con las de una terca esperanza. [Albert Camus, “The Wager of Our Generation,” en Resistance, Rebellion, and Death, (New York: Vintage, 1960), pp. 239-240.]

Si vamos a reivindicar una terca esperanza, tenemos que hacerlo honestamente y actuar ante ella con integridad. Es lo que significa hablar proféticamente. Nunca antes ha sido más importante que todos encontremos nuestras voces proféticas.

Este ensayo forma parte del nuevo libro de Robert Jensen “All My Bones Shake: Seeking a Progressive Path to the Prophetic Voice,” de Soft Skull Press.

Robert Jensen es profesor de periodismo en la Universidad de Texas en Austin y miembro del consejo del Centro de Recursos Activistas de la Tercera Costa. http://thirdcoastactivist.org. Su último libro es “Getting Off: Pornography and the End of Masculinity” (South End Press, 2007). Jensen es también autor de “The Heart of Whiteness: Race, Racism, and White Privilege and Citizens of the Empire: The Struggle to Claim Our Humanity” (ambos de City Lights Books); y de “Writing Dissent: Taking Radical Ideas from the Margins to the Mainstream” (Peter Lang). Para contactos escriba a: rjensen@uts.cc.utexas.edu y sus artículos se encuentran en línea en http://uts.cc.utexas.edu/~rjensen/index.html.