14 junio 2011

DESPLAZADOS CLIMÁTICOS





Hacia un nuevo paradigma:

un mundo en crisis



por Mario Rabey

La civilización contemporánea ha alcanzado metas tecnológicas y productivas gigantescas. Pero la combinación de la doble crisis de sustentabilidad social y sustentabilidad ecológica exige la formulación y puesta en práctica urgente de un nuevo paradigma


La civilización contemporánea ha alcanzado metas que eran completamente impensables hace tan solamente cien años. En el terreno de la salud, los avances científicos han permitido duplicar la esperanza promedio de vida gracias a los medicamentos, las vacunas y los sistemas de atención médica. En educación, la mayoría de los seres humanos sabe leer y escribir y un porcentaje muy alto alcanza niveles educativos que le permite comprender y disfrutar de bienes culturales que antes eran solamente accesibles para una pequeñísima minoría.

En ámbitos como el transporte, las comunicaciones y la energía, los avances logrados han permitido asombrosos progresos en la calidad de vida. Podemos trasladarnos en pocas horas a cualquier lugar; podemos enterarnos de lo que sucede en nuestra comunidad local y nacional, y en cualquier otra sociedad, a la velocidad casi instantánea que permite Internet; nos hemos liberado del sometimiento a la carencia de luz, de calor, de comodidad para cocinar.

Sin embargo, dos grandes peligros se ciernen sobre la civilización. El primero es el de la falta de equidad y justicia social, que hace que todavía hoy la mayoría de los seres humanos no disfruten plenamente de los logros civilizatorios. Muchos ni siquiera satisfacen sus necesidades más básicas. Mil millones de personas sufren hambre y casi la mitad de la población mundial está desnutrida; más de la mitad de la población carece de adecuados servicios de salud. La gran mayoría de los seres humanos no tiene ingresos como para disfrutar de viajes de recreación o simplemente para visitar a parientes alejados, no tiene una vivienda apropiada ni recursos como para leer con buena luz o para protegerse de las inclemencias climáticas. La creciente inseguridad –especialmente en el plano interno de las sociedades, pero también en el de nuevos focos de conflicto y tensión entre sociedades y naciones- es en gran parte producto de la inequidad y la injusticia social.



El segundo peligro es el riesgo ecológico global. Por un lado, los recursos naturales, tanto aquellos de los cuales dependemos para aprovisionarnos de la mayor parte de la energía que utilizamos, como los que utilizamos como materias primas críticas- se van agotando rápidamente. Por otro lado, el ambiente humano se va degradando aceleradamente. Ello ha venido sucediendo desde hace más de cien años en las grandes ciudades y regiones metropolitanas donde habita un porcentaje cada vez más alto de la población mundial, que soporta ambientes con aire y agua altamente contaminadas y condiciones de vida de gran deprivación social y cultural. Desde hace veinte años, se ha instalado vigorosamente la teoría según la cual el clima terrestre está cambiando, las temperaturas aumentando y los hielos derritiéndose, todo ello a causa del “efecto invernadero”. Esto ha puesto un toque francamente catastrofista a la cuestión ecológica, instalando la cuestión en un plano de urgencia semejante al que tenía la carrera armamentista nuclear en los años 70 y 80. Los hielos de todo el planeta se están derritiendo en un proceso secular que continuará en las próximas décadas, a menos que se reduzca drásticamente la emisión de gases con efecto invernadero. Ello incluye a los glaciares de montaña, pero no depende de las acciones humanas vinculadas a los glaciares en sí mismos, salvo en algunos casos particulares, donde el uso antrópico del agua de los glaciares no hace sino anticipar eventos que igualmente se estarán produciendo en las próximas décadas.

Esos eventos están sucediendo ya. Los glaciares y otras aguas continentales congeladas se están derritiendo. El nievel del mar está aumentando. Y los que sufren las consecuencias, son en todo el planeta, principalmente los pobres que habitan en áreas costeras, que ya empiezan a ser desplazados climáticos.

En síntesis, la humanidad contemporánea afronta los riesgos de una doble crisis: la crisis de la falta de sustentabilidad social derivada de la inequidad y la injusticia en la distribución de los ingresos y de los bienes proporcionados por el desarrollo civilizatorio; la crisis de la falta de sustentabilidad ecológica derivada de falta de políticas apropiadas para el manejo de los recursos naturales y el diseño de los ambientes humanos.

Las dos crisis son una sola: la crisis de la civilización mundial contemporánea.



Alimentos industriales potencian bacteria E. coli

Reportajes





Por Emilio Godoy *

La producción industrial de alimentos contribuye a propagar la bacteria E. coli, afirman científicos.

MÉXICO, 13 jun (Tierramérica).- En la novela “Toxina” (1998), del escritor estadounidense Robin Cook, una cepa de la bacteria Escherichia coli contamina la carne de res de las hamburguesas y provoca una mortal epidemia. La ficción se inspiró en un brote real ocurrido años antes.

La aparición de un nuevo virotipo de E. coli en Alemania, que desde mayo ha dejado al menos 25 muertos y más de 2.600 enfermos y tiene de cabeza a los científicos, es un capítulo más, pero no tiene nada de ficción. En Europa todavía no se sabe cuál fue la fuente de la contaminación.

La producción industrial de alimentos contribuye a propagar la bacteria E. coli.

La mayoría de sus cepas son inocuas. La bacteria está naturalmente presente en los intestinos de los mamíferos y participa del proceso digestivo. De allí, con la materia fecal, pasa a las aguas servidas.

Se la emplea en el desarrollo de transgénicos agroalimentarios, farmacéuticos y veterinarios, en la biología sintética y en la creación de hormonas transgénicas, como las dosificadas a las vacas para que produzcan más leche.

“La industria tiene una influencia en la generación y propagación de estas bacterias. En la producción de carne y en cultivos que están muy cerca de la tierra, el porcentaje de probabilidad es alto, como melones, pepino, sandía, calabacita, fresa, son regados con aguas negras (servidas) la mayoría de las veces”, dijo a Tierramérica la investigadora de la Facultad de Ciencias Biológicas de la estatal Universidad Autónoma de Nuevo León, Irma Martínez.

Se conocen seis cepas patógenas de E. coli, y las más letales son las enterohemorrágicas, como la O157:H7, descubierta en 1982 en carne de hamburguesas en Estados Unidos, y la O104:H4, causante del brote europeo.

Martínez y otros seis científicos hallaron rastros de O157:H7 en dos de las 40 muestras de carne de res procedentes de grandes tiendas de la noroccidental ciudad de Monterrey y cuyos resultados publicaron en la edición de abril-junio de 2009 de la revista Salud Pública y Nutrición.

“A través de la evolución y por presión evolutiva (del uso inadecuado de antibióticos, mutaciones en su genoma y otras causas) se han generado diversas variantes que pueden causar enfermedades y brotes, como la que apareció en Alemania”, dijo a Tierramérica el investigador en biología molecular Adrián Canizález-Román, de la Facultad de Medicina de la estatal Universidad Autónoma de Sinaloa.

Las infecciones por E. coli son comunes en muchos países en desarrollo.

Argentina, con 40 millones de habitantes, tiene desde hace años la mayor incidencia regional de síndrome urémico hemolítico causado por E. coli enterohemorrágica.

El contagio principal procede de carne vacuna mal cocida, y los más afectados son los menores de cinco años. Argentina produce más de tres millones de toneladas de carne de res por año, y 480.000 toneladas se exportan bajo exigentes medidas de higiene.

Pero las fallas en el control sanitario se dan casi siempre en la cadena de producción local, cuestiona la organización Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico, integrada por familiares de afectados.

La enfermedad se manifiesta con diarrea hemorrágica, vómitos, irritabilidad, palidez, dificultad para orinar y a veces convulsiones. Puede ser letal y con frecuencia deja secuelas como insuficiencia renal o problemas neurológicos. Muchos trasplantes de riñón se indican para corregir esos daños.

El número de casos argentinos se mantiene estable, “entre 400 y 500 afectados”, y unos 15 por cada 100.000 menores de cinco años, dijo a Tierramérica la jefa del Servicio de Fisiopatogenia del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, Marta Rivas.

Pero el foco alemán no guarda relación con lo que sucede en Argentina, agregó, pues "aquí prevalece otro serotipo", agregó. Rivas se reunió a inicios de junio con funcionarios del Ministerio de Salud para elaborar una normativa de prevención al posible ingreso de la cepa alemana.

“La idea es reforzar la prevención, fortalecer la vigilancia en los laboratorios y la descripción de casos", explicó.

En México, un país de 112 millones de habitantes, cepas patógenas de E. coli causan 20 por ciento de los casos de diarrea infantil, según la Secretaría (ministerio) de Salud.

La investigación “Biochemical and Genetic Diversity of Enterotoxigenic Escherichia coli Associated with Diarrhea in United States Students in Cuernavaca and Guadalajara, Mexico, 2004–2007” (Diversidad bioquímica y genética de Escherichia coli enterotoxigénica asociada con diarrea en estudiantes de Estados Unidos en Cuernavaca y Guadalajara, México, 2004-2007) halló una pequeña cantidad de cepas que podrían ser endémicas de este país y varias específicas de esas dos ciudades del centro y noroeste.

Las muestras del estudio, publicado en junio de 2010 en The Journal of Infectious Diseases, provinieron de 213 estudiantes estadounidenses que vivieron en Cuernavaca y Guadalajara.

Pero medidas simples como lavarse las manos, cocinar bien los alimentos y mejorar la potabilidad del agua redujeron la incidencia de la bacteria. “Poco a poco, las prácticas han mejorado”, apuntó la especialista Martínez.

Diez por ciento de la población mexicana no tiene agua y 13,6 no tiene saneamiento, según la Comisión Nacional del Agua. Más de 250 instalaciones son responsables de controlar el estado sanitario de frutas, vegetales y productos de origen animal, a cargo del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria.

Pero “el principal problema de la diseminación y proliferación de la bacteria es el tránsito mundial de alimentos y de personas”, apuntó Canizález-Román.

El Ministerio de Salud de Perú puso el 9 de junio a todos los servicios sanitarios en "alerta epidemiológica", con el fin de detectar "oportunamente" cualquier caso de síndrome urémico hemolítico "en pacientes procedentes de Europa", y exhortó a la población a extremar medidas de higiene "en todos los sistemas de producción de alimentos".

Fuentes de la Dirección General de Sanidad Vegetal dijeron a Tierramérica que, como “Perú no es importador de pepinos, todo lo contrario, nosotros los exportamos, no hay riesgo de nada”. Sin embargo, ya a fines de mayo estaba descartado que el brote alemán se debiera al consumo de pepinos españoles.

Es frecuente que la población peruana afectada de diarrea o de otras infecciones causadas por E. coli recurra a la automedicación, lo que genera cepas resistentes.

El director de Acceso y Uso Adecuado de Medicamentos de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas de Perú, Pedro Yarasca, advirtió que la E. coli presenta en los hospitales una resistencia de 34 por ciento a dos tipos de antibióticos.

En Brasil, una investigación publicada en febrero identificó 4.372 infecciones del tracto urinario por bacteria E. coli, registradas en 2002 en dos centros de atención externa de la sureña ciudad de São Paulo, de las cuales 723 resultaron resistentes a la ciprofloxacina.

* * Con aportes de Marcela Valente (Buenos Aires) y Milagros Salazar (Lima).

30 mayo 2011

La experiencia democrática




Política-Economía
Revista CRITERIO - Nº 2370 » Mayo 2011

“Hace 52 años que gobernamos.
Ahora vamos por 56”

por Prins, Arturo · 4 Comentarios

El mundo árabe –sin experiencia democrática– expulsa a quienes no practican la alternancia en el poder. La Argentina –con años de democracia– avanza en la dirección contraria, lentamente, como una mancha de humedad sobre las instituciones.

¿De dónde proviene el lema que titula este artículo?

Se podrá decir que de algún régimen árabe, jaqueado por ciudadanos cansados de gobiernos vitalicios, cuasi hereditarios. En Egipto, Hosni Mubarak, de 82 años y 30 en el poder, quería como sucesor a su hijo. En Túnez, Zine el-Abidine Ben Alí, de 74 años y 23 en el poder, propulsaba como sucesora a su esposa. En Libia, Muammar Khadafy, de 68 años y 41 en el poder, eliminó rivales políticos para que un hijo lo sucediera. En Yemen, el delfín de Alí Abdullah Saleh, que gobierna hace 33 años, es también su hijo. Y en Siria, Bashar Al-Assad sucedió a su padre que gobernó 30 años. La situación es similar en Arabia Saudita, Argelia, Jordania, Marruecos.


¿A qué país pertenece el lema de nuestro título?

Aunque duela decirlo, a la Argentina. Un año antes que Fidel Castro en Cuba, en 1958 el intendente Melchor Posse iniciaba el primero de cinco períodos de gestión, que hoy recuerda su hijo en su lema de campaña para su cuarta reelección consecutiva: “San Isidro 2011 / Hace 52 años que gobernamos. Ahora vamos por 56. Gustavo Posse.”


La propensión a extender los mandatos crece: 24 de los 30 principales intendentes del Gran Buenos Aires –el 80% de una región con 6,5 millones de electores– preparan su reelección; los 6 restantes lo están evaluando. El ranking lo encabeza Juan José Mussi (Berazategui), con 24 años en el poder; lo siguen Raúl Othacehé (Merlo) y Hugo Curto (Tres de Febrero), con 20 años continuos de gestión; cerca de ellos, Julio Pereyra (Florencio Varela), y a continuación los intendentes de Almirante Brown, Escobar, Esteban Echeverría, Hurlingham, José C.Paz, Lanús, Malvinas Argentinas, Pilar, Quilmes, San Fernando, San Miguel, San Vicente, etc.


Todos siguen al que llamaban “eterno intendente”, Manuel Quindimil, que gobernó Lanús durante 8 períodos consecutivos (28 años). Y varios desean, como en Medio Oriente, la sucesión dinástica: Mussi evalúa dar paso a su hijo; Ricardo Ivoskus (San Martín) al suyo; Sergio Massa (Tigre) a su esposa.


En las provincias, generalizadas las reformas constitucionales para admitir la reelección de gobernadores, se va por más: la re-reelección. En San Juan, José Luis Gioja avanza en otra reforma que le permita un tercer mandato consecutivo. En marzo último, el gobernador radical de Catamarca, Eduardo Brizuela del Moral, perdió cuando aspiraba a un tercer período.
Nuestro interior, como los árabes, también conoce de “familias gobernantes”: los Saadi, los Sapag, los Romero Feris, los Juárez, los Rodríguez Saá…

Los Kirchner fueron distintos. Con carreras políticas propias, Néstor llegó a la presidencia y digitó a Cristina como su sucesora.
Luego habían previsto que él siguiera la rotación familiar, cuando su muerte lo impidió. La Constitución de Guatemala inhibe la propensión al nepotismo, al prohibir sucederlo a los familiares del presidente, aunque nadie previó que la actual primera dama guatemalteca se divorciara para suceder a su marido.

Al respecto, un comentarista indicaba que tras la presidencia de Bill Clinton, Hillary debió esperar dos turnos (los ocho años de George W. Bush) para presentarse en las primarias demócratas. Lo hizo y perdió. Ella transitó la única vía para legitimar su candidatura. Con un ardid a la guatemalteca, el electorado le hubiera dado el adiós. Y con una elección a la argentina, de marido a mujer, con mayor razón.


En las democracias se practica la alternancia en el poder. Quien no pueda ejercerla debería canalizar su vocación por la cosa pública desde una fundación, por ejemplo, institución que admite la conducción vitalicia o la sucesión familiar para preservar la voluntad del fundador o fundadores. Las fundaciones no necesitan estructuras democráticas; la política, en cambio, se degrada sin ellas. Ambas persiguen el bien público.

Los totalitarismos encubiertos son más peligrosos que los francos pues perduran inadvertidamente, como las humedades, que terminan por afectarlo todo.



Etiquetas: Bicentenario, candidatos, independencia, soñar, votos


Comentarios

4 comentarios to “Hace 52 años que gobernamos. Ahora vamos por 56”

Alejandro María Cardoso dice:


Jueves 12 de Mayo de 2011 a las 7:00 PM
Coincido con lo expresado por el Sr. Prins. Creo incluso que en alguna medida este deseo de perpetuación puede deberse a motivaciones valorables, como es la de brindarse al servicio público. Sin embargo, como dice el artículo, la democracia se degrada sin alternancia, pero esa degradación alcanza a los propios políticos, que ven limitarse y decrecer su capacidad de contribución positiva a causa del desgaste por el ejercicio continuado del poder. Claro está que me refiero a cargos ejecutivos. Por la salud de la política y de los políticos, instauraría la limitación en las reelecciones como un principio básico de la democracia. Es una pena que un excelente documento como la Carta Democrática Interamericana -que si mal no entiendo forma parte de nuestro derecho positivo- no incluya claramente un límite a los reeleccionismos y a la creación de dinastías familiares. Tal prohibición forzaría el cumplimiento del principio elemental de la alternancia. ¿Se podrá avanzar alguna vez en reformar la Carta Democrática? Significaría un gran avance para las américas.


Roberto O'Connor dice:


Jueves 12 de Mayo de 2011 a las 7:29 PM
Me parece interesante esta mirada, sin embargo, me quedan preguntas que, lo admito, puede surgir de la ignorancia o de opinar en este asunto sólo a la luz de (algunos) medios de comunicación.
Creo que un problema con los que están en el poder tienden a enviciarse con él, por características que tiene el poder en sí, y que se relacionan con la naturaleza humana y su propia miseria. Asumido o presupuesto eso, me pregunto si en EEUU, que es el espejo donde nos miramos en esta nota, ¿hay realmente cambios en el poder? O cambian los gobiernos, pero los poderes siguen igual, con estructuras económicas que permanecen inmutables, a las cuales les sirven los gobiernos, como se vio, por ejemplo, con la crisis de las hipotecas, que todos los gobiernos “democráticos” salieron a salvar, con los impuestos de los ciudadanos que esos mismos bancos habían estafado. ¿No son los gobiernos norteamericanos estructuras al servicio de los mismos grupos poderosos de siempre, más allá de la alternancia de partidos y gobiernos? Por supuesto, esto no pretende ser defensa de nuestros errores en base a los errores de los demás. Pero me resisto a valorarnos como “los peores”. Por otra parte, más allá de la alternancia de las figuras y partidos en EEUU (aunque tenemos a Bush padre e hijo, y a los 3 Kennedy como clan político, y a Bill y Hilary Clinton como sociedad política más allá de lo matrimonial que no andaba…), el “espíritu democrático” de EEUU (vuelvo a decir, el espejo que veo en esta nota) es bastante totalitario en su variante de exportación: derrocar gobiernos con mentiras, previo a haberlos armado (política y militarmente), usarlos…

Juan Carlos Lafosse dice:

Sábado 14 de Mayo de 2011 a las 5:33 PM

Indudablemente en un sistema de gobierno democrático la renovación de las dirigencias es necesaria y conveniente. Es la forma natural de introducir nuevas ideas y también una herramienta útil para combatir la corrupción. Por eso, al menos en el poder ejecutivo, deben existir reglas que impidan la eternización en el poder de una misma persona. El actual sistema presidencial que limita la reelección a dos periodos consecutivos de cuatro años, es razonable y similar al de muchos países democráticos.
Más complejo es manejar el nepotismo, diría que casi imposible. Hay esposos que son ambos políticos, cada uno con su propia carrera y experiencias, que tienen derecho como cualquiera a aspirar a cargos ejecutivos. El caso del matrimonio Kirchner es un ejemplo de esto y quienes sugieren que son “lo mismo” no parecen tomar en cuenta las fuertes personalidades y capacidad política de ambos. Ellos evidentemente compartían ideales y formaban un equipo de trabajo sólido, pero no pretendo descubrir la pólvora afirmando que en cualquier matrimonio las diferencias de forma y fondo son a menudo tan importantes como las coincidencias y, en mi opinión, esto se reflejó en estilos diferentes de liderazgo. Así como Néstor no fue el Chirolita de Duhalde, sin ninguna duda Cristina no lo fue de su marido. Como bien señala el comentario de Roberto O´Connor, un aspecto vital del problema del poder es que este no es solamente el gobierno y mucho menos aún el poder ejecutivo. Cuando un presidente asume el poder, no encuentra tierra arada, lista para que plante sus ideas, sino montes espinosos y llenos de piedras. Son los “aparatos” y las “corporaciones” con los cuales debe coexistir, una tarea que está llena de tensiones. Este no es un problema solo de nuestro país, pasa en todo el mundo. En EEUU, en 1960 en su discurso de despedida, el presidente Eisenhower alertó a sus conciudadanos sobre la existencia del que llamó “complejo militar-industrial”, reflejando su grave preocupación por la creciente influencia de este sobre los representantes políticos y sobre los propios militares. En estos días precisamente se hizo patente con toda crudeza el predominio de este complejo en la política exterior e interior de ese país. Y recientemente la Corte Suprema produjo un fallo donde legaliza que cualquier persona u organización pueda donar sumas ilimitadas a campañas políticas. Obama lo calificó como el peor ataque de la historia de la democracia. En Argentina, la reelección de gobernadores y la prácticamente indefinida de intendentes es una de las causas importantes de la existencia de “aparatos” políticos poderosos que se manejan a través de punteros. El conurbano bonaerense es un ejemplo mayúsculo de estos vicios de la estructura política, tal como señala el artículo. Somos un país federal y las constituciones provinciales admiten estos vicios, que los aparatos protegen fuertemente. Las estructuras sindicales también constituyen un factor de poder importantísimo y a menudo han generado aparatos que posibilitaron la presencia de dirigentes durante décadas. Sería también sumamente difícil pretender regular las reglas de sucesión con eficacia. Las corporaciones económicas, empresariales y mediáticas, después de décadas de promover el desguace del Estado, adquirieron un poder inmenso y controlan directa o indirectamente instituciones estatales y personajes de la política. En ellas, la permanencia de los dirigentes y el nepotismo son la regla y no la excepción, los cargos son prácticamente vitalicios y hereditarios. Tenemos en estos sectores figuras y familias que detentan un gran poder real durante muchas décadas, inmunes a los cambios de gobiernos. Nadie consideraría razonable estipular que los directores de las empresas no puedan ser reelegidos. Otras corporaciones que también son factores de poder, como la militar o la misma Iglesia, se caracterizan por tener dirigentes que duran mucho tiempo en sus funciones y tienen influencia importante en la elección de sus sucesores. Aunque pocos suelen mencionarlo, la política también es un trabajo, como ser músico o ingeniero. Tener dirigentes que trabajen con, digamos, dedicación parcial no es lo mejor. Igual que otras actividades puede ser también una pasión, pero hay que vivir y esto requiere continuidad y permanencia en los cargos. La alternancia, por deseable que sea, impide de hecho la participación política de muchas personas, que no pueden abandonar sus carreras y trabajos para ocupar cargos por periodos breves. Y este análisis debería extenderse a los poderes legislativo y judicial, donde también hay casos asombrosos de longevidad y nepotismo, no siempre deseables. Todo esto es parte del problema y la solución no es tanto a partir de elaborar leyes complejas, que pueden sortearse, sino de estimular la participación de todos en la política, especialmente de los jóvenes. No solo tendría la ventaja de promover la alternancia y renovación sino de aportar visiones nuevas y discusiones enriquecedoras para toda la sociedad.

Osvaldo dice:

Martes 24 de Mayo de 2011 a las 9:12 AM
Comparto el comentario de Lafosse, en gran medida. Escribe claro y bien. Las cosas no son perfectas en ningún país. Podría haber excepciones. La cuestión es que siempre entran a jugar “hombres” y sus intereses, individuales, corporativos, ideológicos, religiosos, etc.


01 marzo 2011

La rebelión de Wisconsin


Los estudiantes de EE.UU. y un nuevo clamor de libertad


por Marco A. Gandásegui, h.
Los titulares de la prensa mundial derrochan palabras y exclamaciones para destacar el derrocamiento de los gobiernos favorables a EEUU de Egipto y Túnez. También se refieren a la “represión contra manifestaciones en Libia”. Igualmente, muestran fotos de los “manifestantes bahreiníes”. (Un senador norteamericano se recubrió de su toga y proclamó que EEUU ¿debía revisar su política de ayuda militar al emirato sede de la V Flota de ese país?) Por otro lado, “el presidente de Yemen promete no renunciar a pesar de las personas muertas en manifestaciones, las protestas se expanden en Marruecos y el presidente Bashir de Sudán no se presentará para otro mandato presidencial”.

En medio de esta difusión espectacular de la "revolución" de los pueblos árabes, ha aparecido otra fuente de protestas y manifestaciones. Sin embargo, los medios de comunicación han sido muy parcos y cuidadosos en dar a conocer detalles sobre sus protagonistas. Se trata de los trabajadores de EEUU que en diferentes escenarios, ciudades y centros de producción han comenzado a rebelarse. La crisis económica de EEUU ha golpeado a sus propios trabajadores, quienes han quedado desempleados (10 por ciento de la fuerza laboral) y sin vivienda (3 millones de familias han perdido sus hogares). Las protestas y manifestaciones populares en los estados norteamericanos de Wisconsin, Minnesota y Ohio están generando preocupación entre los políticos y analistas nortemaericanos. Son estados industriales que han sido golpeados por la crisis económica en forma especial. La sobreproducción (o en otras palabras, el subconsumo) de la economía norteamericana está creando serias dudas sobre la capacidad que tiene ese país para salir de la recesión a mediano plazo, mucho menos a corto plazo.

En Wisconsin, 80.000 personas se concentraron frente al capitolio de la ciudad de Madison para defender los derechos a la negociación colectiva de los trabajadores. El sábado realizaron la quinta jornada consecutiva de protesta en repudio a un proyecto de ley presentado por el gobernador republicano Scott Walker, quien pretende suprimir los contratos colectivos, los derechos sindicales y aumentar los descuentos salariales por razones de seguro y fondos de pensiones. (Wisconsin es un estado al extremo norte de EEUU).

El gobernador Walker, elegido el año pasado, pretende recortar los salarios y eliminar los derechos a la negociación colectiva de los empleados públicos. Los senadores demócratas representantes del estado —que salieron del estado para paralizar la votación del proyecto de ley— enviaron el viernes una carta al gobernador Walker diciendo que los trabajadores aceptarían los recortes a las pensiones y mayores contribuciones a los planes de salud y de jubilación, si él aceptaba tratar el tema de la negociación colectiva. Los recortes propuestos por Walker dejarían sin beneficios económicos o capacidad para negociar a miles de trabajadores públicos como maestros, policías y bomberos.

Las protestas se iniciaron el pasado martes, 15 de febrero, y han seguido fortaleciéndose, con la decisión de miles de trabajadores que no dejarán de pelear contra lo que ven como un “vasto plan de los republicanos para debilitar a los trabajadores”. Los senadores demócratas, que se oponen a la propuesta, han reiterado su rechazo del proyecto. Una de sus acciones más notorias fue abandonar fisicamente el estado para evitar una votación sobre el proyecto.

Hasta ahora la respuesta presentada por las autoridades es llevar adelante el proyecto afirmando que las protestas no los harán desistir. Según Walker, la ley antisindical pretende reducir el déficit del Estado mediante recortes de salarios, pensiones, beneficios de salud y derechos de negociación colectiva. Pese a las maniobras del gobernador republicano, los maestros del Estado se han declarado en huelga hasta que no se retire el proyecto de ley. Las manifestaciones se han extendido a ciudades vecinas como Milwaukee y a otros estados con gobernadores republicanos como Ohio, Indiana y Pensilvania.
El profesor de Lingüística del Instituto Tecnológico de Massashusetts (MIT), Noam Chomsky, plantea que la actual intranquilidad en EEUU se debe a que los trabajadores han tomado conciencia que "los empleos no regresarán". Esto se debe a que "la política consiste en exportar los empleos a países donde la fuerza de trabajo es más barata". La razón es sencilla, es mucho más rentable invertir en la especulación financiera que en la producción económica.

El mundo árabe tiene algo en común con EEUU: Sus economías han colapsado y sus clases dominantes están en quiebra. En el caso de EEUU los riesgos aumentan en la medida en que sus gobernantes siguen jugando a la ruleta con su economía. Las consecuencias sociales y políticas comienzan a asomarse sobre el horizonte. La rebelión de Wisconsin es una señal.

Panamá, 24 de febrero de 2011.

El ocaso de la mediocracia





(Un artículo del escritor Carlo Frabetti).-


Soy escritor profesional y vivo fundamentalmente de mis derechos de autor. Pero cada vez que en mis frecuentes viajes a Latinoamérica descubro una edición “pirata” de alguna de mis obras, lejos de indignarme o acongojarme me llevo una gran alegría, pues es una señal de que lo que escribo interesa a quienes no pueden pagar el excesivo precio que se suele cobrar por los libros. Y estoy radicalmente en contra del canon por el préstamo de libros en las bibliotecas públicas, que supuestamente nos beneficia a los autores y que en realidad no es sino una maniobra de los verdaderos piratas culturales (las grandes editoriales y las grandes gestoras de derechos) para incrementar aún más sus abusivos beneficios; o sea, un paso más hacia la destrucción de lo público en aras del lucro de unos pocos, un nuevo zarpazo del capitalismo salvaje.

Quienes fotocopian mis libros, o los leen gratis en las bibliotecas, o se los bajan de Internet, no me roban ni me amenazan, sino todo lo contrario: le dan sentido a mi trabajo y me animan a seguir haciéndolo; pues si he llegado al punto de ser “pirateado” es, sencillamente, porque mi obra ya ha alcanzado un grado de difusión y de remuneración superior al que merece. Y no se entienda esto último como un alarde de falsa modestia (y mucho menos de modestia auténtica), sino como el mero reconocimiento de que, en términos comparativos (en comparación con otros trabajos, quiero decir), cualquier autor con presencia en el mercado está recibiendo de la sociedad mucho más de lo que le ha dado. O devuelto, más bien, pues quienes podemos dedicarnos a alguna actividad vocacional y creativa, no hacemos más que restituir una pequeña parte de lo mucho que hemos recibido. Somos doblemente privilegiados: por el mero hecho de poder dedicarnos a algo que nos gratifica y enriquece, y por haber tenido acceso a la formación necesaria para poder desarrollar nuestras capacidades.


A lo largo de mi vida, he tenido el privilegio de conocer personalmente a un buen número de grandes artistas e intelectuales. Y cuanto mayor era su talento, más afortunados se sentían y más agradecidos se mostraban, aunque su actividad no siempre fuera acompañada de unos ingresos sustanciosos. Solo los mediocres se quejan; y cuando, por una u otra vía, consiguen encumbrarse, se aferran a sus inmerecidos privilegios como los politicastros a sus escaños y los ejecutivillos a sus maletines. Solo los mediocres que han conseguido el premio de consolación del “éxito” tienen miedo de las nuevas tecnologías, es decir, de las nuevas relaciones de intercambio que inevitablemente generan. Y con razón, porque solo ellos tienen algo que perder. Las nuevas formas de reproducción y difusión de textos, imágenes y sonidos amenazan tanto el monopolio de los grandes medios de comunicación como la hegemonía de los mediocres, anuncian el final de ambas mediocracias.


En esa última cena del antiguo régimen cultural en la que se coló un lúcido y valiente Amador Fernández Savater (la ministra debió de confundirlo con su padre), se vio claro quiénes son los verdaderos depredadores, los verdaderos enemigos de la cultura, que no son otros -y otras- que quienes quieren convertirla en un coto y un mercado. Si algo tienen en común los invitados a aquella bochornosa “cena del miedo” (con escasas y honrosas excepciones), es su condición de mediocres encumbrados, hombres y mujeres que en vano intentan compensar su falta de talento con una mezcla de oficiosidad, oportunismo y sumisión a los poderes establecidos. Y que tiemblan ante Internet de la misma manera -y por los mismos motivos- que el clero y la nobleza del Medioevo temblaron ante la imprenta.


Pues si la imprenta hizo posible la revolución humanista del Renacimiento y el telégrafo hizo posible la revolución socialista, Internet, heredera forzosa de la imprenta y de la telegrafía, propiciará una revolución humana y social cuyas consecuencias solo podemos vislumbrar. Y, como en todas las revoluciones, caerán las cabezas de los privilegiados y se levantarán las cabezas de los desposeídos. Ya se están levantando.



23 febrero 2011

BRAZIL


Ficha técnica
Título: Brazil
Dirección: Terry Gilliam
Producción: Arnon Milchan
Guión: Terry William, Tom Stoppard, Charles McKeown
Música: Michael Kamen
Reparto: Jonathan Pryce: Sam Lowry; Robert De Niro: Archibald ‘Harry’ Tuttle; Kim Greist; Michael Palin; Katherine Helmond; Bob Hoskins; Ian Holm
País: Reino Unido
Año: 1985
Género: Comedia Distopía
Duración 142 min.


Sam Lowry (Jonathan Pryce) es un tecnócrata eficiente pero soñador con un puesto de tercera categoría dentro de la gigantesca máquina burocrática que mueve (o paraliza) a una distopía opresiva, inhumana, hundida por la ineficiencia y amenazada por el terrorismo.

Un error en un apellido debido a una mosca caída en el cabezal de un teletipo provoca la detención errónea de un inocente, de consecuencias fatales para éste. Como oficialmente no existen errores en el sistema burocrático, nadie quiere hacerse cargo del papeleo excepto el bienintencionado Lowry. Durante su visita a la familia del fallecido tiene un encuentro casual con su vecina, a la que reconoce como la mujer de sus sueños. Sin embargo ésta huye.

Este descubrimiento hace que, para poder obtener información sobre ella, Sam se someta a los deseos de su madre, una narcisista recalcitrante y muy bien relacionada obsesionada con darle una carrera a su hijo. Así, Lowry comienza su escalada a las altas esferas a pesar de su naturaleza escrupulosa y poco ambiciosa.

Sin embargo, tanto su implicación en el error burocrático del principio, como su obsesión por la mujer así como sus contactos con un fontanero clandestino (!) complican la vida a Lowry hasta el punto de que pasa a ser considerado una amenaza para el sistema. Mientras, a pesar de muchas dificultades, es capaz de conseguir el amor de su chica soñada.

Finalmente, el Sistema, implacable, se hace cargo de Sam Lowry y le destruye mediante la tortura. Pero Lowry obtiene refugio en la locura.

  • La distopía en la que se desarrolla la acción está situada “en algún lugar del siglo XX” (Somewhere in the 20th Century) y la imaginería visual mezcla elementos de muchas décadas de dicho siglo, lo que contribuye a crear una atmósfera irreal. Por ejemplo: los ordenadores están construídos a partir de una máquina de escribir, un pequeño tubo de rayos catódicos y una lente de Fresnel.
  • Todos los nombres de los lugares son irónicamente idílicos. Así, el protagonista vive en unos enormes bloques grises (pertenecientes en realidad a una ciudad francesa) llamados “bloque Flor de Azahar, avenida Verdes Pastos”, mientras que Buttle vive en las torres “Shangri-la”.
  • La omnipresente burocracia consume el 26% del PIB según se asegura en el noticiario que podemos ver al principio de la película. La manera más eficaz de alejar a un fontanero estatal es solicitarle un impreso 27B/6.
  • La película está salpicada de detalles en segundo y tercer plano:

Un ejemplo: cuando a Sam Lowry le comentan en una fiesta que determinada chica las tiene “más grandes y de punta”, le aclaran posteriormente que la observación se refiere a sus orejas. Poco después, en otra escena, podemos ver como la chica, en segundo plano, se deja examinar las orejas por otro personaje.

Otro ejemplo: Cuando el protagonista va a visitar a la familia del señor Buttle, podemos ver un cartel con una oferta de vacaciones que reza: “Lujo sin miedo. Diversión sin sospecha. Relájese en un ambiente libre de pánico.” (Luxury without Fear. Fun without suspiction. Relax in a Panic-Free Environment).

  • El “regalo para ejecutivos” que aparece varias veces a lo largo de la película no existe en los comercios y fue creado especialmente para la película.
  • La escena del tiroteo en el vestíbulo del ministerio de “Obtención de Información” es un homenaje a El Acorazado Potemkin.

El director, Terry Gilliam se refirió a esta película como la segunda de una trilogía formada por Los héroes del tiempo (en Argentina se tituló Los bandidos del tiempo) (1981) y Las aventuras del Barón Munchausen (1989). Las tres películas mantienen como tema común la lucha por la imaginación y la libertad de pensamiento en un mundo que se opone a dichas ideas.

Esta película contiene numerosos temas complejos y sutiles aderezados con una mezcla de humor cruel e ideas que dificultan un seguimiento lineal de la trama pero que contribuyen a crear un film rico que puede ser visto en varias ocasiones. La película posee una importante riqueza visual presentando una visión inusual del futuro y con imágenes oníricas que admiten diferentes interpretaciones.

También contiene numerosas referencias a la serie de televisión británica de los años sesenta The Prisoner y a las novelas 1984 de George Orwell y El proceso de Franz Kafka.

En su estreno la película tuvo importantes dificultades en taquilla. Sin embargo permanece como una película de culto entre los fans de Gilliam. La edición en VHS de la película es una versión más corta de 131 minutos con final feliz. La edición en DVD es la misma que la película original.

Enlaces externos

http://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op00748.htm